lunes, 20 de enero de 2014

Calma y diálogo, por el bien de todos



Desde hace tiempo estamos viendo cómo el PSC se tambalea. Lleva tiempo en la UVI, pero lejos de tener síntomas de mejora, parece que cada vez está más débil. Algunos dicen que han sido los demás quienes han hecho que éste enfermo lo esté. Otros dicen que ha sido él mismo quien ha autoenfermado.
Mi opinión es que no se ha sabido leer e interpretar el contexto en el que estamos, que nos hemos alejado demasiado de la ciudadanía, que estamos anquilosados y que hay demasiadas ansias de poder interno. 

El enfermo tiene miedo de acabar muriendo, pero no se da cuenta que él mismo, con sus coletazos, se está haciendo más daño.

Hace pocos días, desde la JSC-Barcelona lanzamos un llamamiento a todos a la serenidad, la calma, la responsabilidad y la coherencia dada la situación por la cual es probable que 3 diputados sean expulsados del Grupo Parlamentario Socialista por votar diferente en el Parlament. En dicha carta no nos posicionamos ni con unos ni con otros, lo único que pretendemos es dar un toque de atención. A los unos y a los otros. En concreto, a ambos les dijimos que fuesen coherentes con el Programa Electoral y con las palabras que Pere Navarro dijo en la investidura de Mas como President (“El PSC se abstendrá en todas y cada una de las votaciones que afecten al tema durante la legislatura”) y que, por tanto, se abstuvieran. Por ello se nos ha puesto de vuelta y media y se nos ha llamado de todo a los ahí firmantes. Lo más fino: irresponsables, traidores y desleales. Especialmente por ir en contra de lo que votó el Consell Nacional del PSC sobre la cuestión. Referente a eso no me extenderé en explicaciones, simplemente suscribo una por una las palabras del compañero Manuel Clavijo, Primer Secretari de la JSC-Cornellà, especialmente cuando explica el por qué de la ruptura del Partido Comunista de Yugoslavia.

Y finalmente pasó lo que todo el mundo pensaba: el Grupo Parlamentario votó en contra (contraviniendo lo dicho en la investidura) y los “díscolos” votaron a favor (contraviniendo también) con lo cual se da una imagen de ruptura que aún puede ser más grande si se acaba cumpliendo la amenaza de expulsión. Expulsión que, de producirse, no sólo haría que estos tres diputados se marchasen, sino que provocaría un éxodo de militancia importante en el seno del partido.

¿Es esto lo que queremos para el socialismo catalán? ¿De verdad sobra gente en el PSC como para que tengamos que ir expulsando a compañeros? ¿No sería más sensato centrarnos en lo que nos une y normalizar lo que nos hace plurales?

Llamadme loco, pero de siempre he estado radicalmente en contra de la disciplina de voto, especialmente en aquellos casos en los que un partido no tiene (o no puede tener) una posición definida debido a la pluralidad existente en su base. Y éste es el caso. Si la militancia de base del PSC está unida por las políticas sociales, ¿no debería ser ese nuestro caballo de batalla, y más actualmente? Si la militancia de base del PSC es plural en cuanto a la cuestión nacional, ¿no debería poderse eso reflejar en el Parlament sin que, por ello, se diera una imagen de ruptura interna? ¿No sería más fácil que, cuando eso pasara, saliera nuestro líder y dijera “oigan, la militancia del PSC es plural, tenemos independentistas y unionistas, favorables y contrarios a la consulta, y es por ello que apoyo que ello se pueda expresar en el Parlament. Lo que nos une son las políticas de izquierdas, en la cuestión nacional somos plurales. Aquí cabe todo el mundo”? Es más, ¿no hemos dicho siempre que el PSC es el fiel reflejo de la sociedad catalana? ¿Qué mal hay en que el PSC refleje, en el Parlament, las diferentes posturas que hay en la sociedad catalana y, como digo, en la militancia de base?

Pere, Marina, Joan Ignasi, Núria, calmémonos todos. Sentaos y dialogad. Y llegad a acuerdos. Que el orgullo y las ansias de poder y de protagonismo no os puedan, por favor. Mirad por el bien de todos, por el bien del partido y por el bien de la sociedad. Si en JSC-Barcelona los 10 Primers Secretaris (entre los que hay independentistas, federalistas, internacionalistas y contrarios a la consulta) nos hemos podido poner de acuerdo, ¿los mayores no podréis hacer lo mismo?

Y, sobre todo: en el partido no sobra gente. Falta, y mucha. Y, de hecho, deberíamos recuperar a tod@s aquell@s compañer@s que se han ido. Aún estamos a tiempo de revertir la situación. Si no, el futuro pinta muy negro. Si no, el enfermo acabará muriendo. Y no lo habrán matado los demás, se habrá suicidado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Molt bon article!!

Anónimo dijo...

Solo pensar en la gente que se quiere dedicar a la política, como tu , me repugna. Ojala cayera toda la política llevándose a la gente que se dedica a ella, especialmente a los "iniciados" como tu.