lunes, 21 de enero de 2013

Envàs, on vas?

Últimamente está muy de moda, en Catalunya, un spot publicitario de la Generalitat de Catalunya en el cual se nos enseña a reciclar. Es el conocido “Envàs, on vas?”. Y en el cual se escucha una cancioncita con frases como “Encara que siguis de plàstic, si no ets envàs al groc no hi aniràs”. Pero, ¿de verdad nos enseña a reciclar esta campaña?

Para resolver el quid de la cuestión debemos fijarnos en quienes son los responsables de financiar esta campaña: Ecoembes y Ecovidrio. Ambas son empresas responsables del tratamiento y reciclaje de los residuos que tiramos a los contenedores azul (papel y cartón), amarillo (plástico, metal y briks) y verde (vidrio). Pero, ¿de todos los residuos?

Si coges un envase de vidrio o una caja de plástico y miras en la etiqueta, con casi total seguridad, verás un punto verde con unas flechas que giran. Este punto verde es el distintivo que acredita que ese envase pertenece al Sistema Integrado de Gestión de Envases. Y este servicio está gestionado, en España, por la empresa Ecoembes, aunque, en el caso del vidrio, tiene un acuerdo de cesión del punto verde a la empresa Ecovidrio.

Durante la gestión y el transporte de sus envases como residuos (los marcados con el punto verde), Ecoembes y Ecovidrio tienen que pagar un impuesto (que no supera el céntimo de euro por envase). Aunque estas empresas sólo lo pagan, en teoría, por sus envases (los del punto verde), también están obligadas a recoger, transportar y tratar el resto de residuos que no son envases (un cristal roto, por ejemplo). Y, al transportarlos y tratarlos, contabilizan como kilogramos válidos para pagar el impuesto. Y, evidentemente, las plantas recicladoras están obligadas a reciclarlos, aunque no sean envases.

Por tanto, el transportar residuos que no son envases a Ecoembes y Ecovidrio les supone un gasto económico que se vería menguado si sólo transportasen y gestionasen los envases con el punto verde.

Y diréis, ¿y qué pinta en todo esto la Generalitat de Catalunya? Resulta que las empresas envasadoras (Ecoembes y Ecovidrio) no gestionan directamente el transporte y la gestión de esos residuos, sino que son las administraciones públicas quienes lo hacen por ellas. Es decir, actúan a modo de empresas subcontratadas. Se firman convenios en los cuales las empresas envasadoras les pagan a las administraciones por el transporte de estos residuos y se fijan unos precios a pagar por dichas empresas. Precios que se ven menguados en el caso de que la cantidad de productos que no lleven el punto verde sea excesiva. En ese caso, la administración será penalizada y verá disminuido el precio a cobrar habiendo trabajado lo mismo.

¿Y cuál es la solución de la Generalitat, de Ecoembes y de Ecovidrio? Hacernos creer que reciclar es, simplemente, reciclar aquellos productos que a ellos les van bien reciclar porque les sale beneficioso. Es decir, en vez de tener en cuenta el beneficio medioambiental (por el que, supuestamente, trabajan) se tiene en cuenta el beneficio económico. Y, mientras tanto, tirar ese cristal roto o ese juguete de plástico al contenedor del “rebuig”.

Pues lo siento mucho por sus beneficios (o no) económicos, pero a mí me han enseñado desde pequeñito que el vidrio va al verde, que el plástico va al amarillo y que el papel va al azul. Y así va a seguir siendo, sean envases o no. Porque a mí me dan igual sus beneficios económicos, a mí lo que me importa es el medio ambiente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ostras! Todos los días se aprende una cosa mas. Gran blog!